La pujanza de los sueños

Mañana tendrá lugar la final de la Copa del Rey de fútbol en el Vicente Calderón. El estadio rojiblanco acogerá a las aficiones de dos clubes muy distintos. El Valencia, uno de los grandes de nuestro fútbol, acostumbrado a ganar títulos y llegar a finales de Copa de Europa, contra el Getafe, el club de la capital del Sur de Madrid, que se dice por aquí. Un equipo modesto que hace apenas 6 años estaba inmerso en el pozo de la 2ª B es hoy el equipo de todos los españoles. Y no lo digo yo, lo dicen las cifras. Esas cifras que atestiguan que más de 11 millones de españoles se sentaron delante del televisor en algún momento del partido que el pasado jueves disputó contra todo un Bayern de Munich y que a punto estuvo de eliminar en los cuartos de final de la Copa de la UEFA. En su primera participación en Europa, el conjunto azulón llegó hasta esa ronda dejando en la cuneta a equipos con potencial presupuestario superior, y fue uno de los dos únicos equipos españoles que aún representaban a nuestro país en Europa. Ellos y el Barça en la Champions.

Que el Getafe haya llegado a la Final de la Copa del Rey podría no suponer tanta sorpresa, pues ya lo hizo el año pasado. Pero hay que aclarar varias cosas. Primero es que su principal objetivo, la permanencia en 1ª División está más que garantizada. Segundo es que ha estado practicamente todo el año jugando dos partidos por semana que además ha saldado de forma positiva al llegar tan lejos en Europa y poder disputar mañana la Final del Torneo español. Y tercero que todo esto lo ha hecho con un entrenador nuevo con una mínima experiencia en los banquillos, con jugadores cedidos que han deshechado los grandes de nuestro fútbol y con un presupuesto muy bajo. Por eso y por algunas cuestiones más, el Getafe es hoy el "Equipo de todos los españoles". Lo siento por los valencianistas pero es así.

Tras la dura derrota que sufrieron el pasado jueves frente a los alemanes, el fútbol les debe una, como bien decía el otro día el bueno de Manu del Moral. Para mí, particularmente, es una satisfacción ver a estos futbolistas jugando partidos tan importantes. Yo he seguido al Getafe durante todo el año, he ido a sus entrenamientos, he estado presente en muchas ruedas de prensa, he debatido con los jugadores en la cafetería del Estadio Alfonso Pérez y con alguno más que otro he intimidado bastante. Es por eso que me alegro mucho por el Getafe. Chavales sin experiencia que han asumido el mando (caso de Granero, De la Red, Pablo Hernández o Manu del Moral) de un equipo que se nutre también de jugadores contrastados (Contra, Pato o Belenguer).

Pero el verdadero éxito de este club es gracias a su presidente, Ángel Torres. Puso contra las cuerdas al Madrid el verano pasado con el caso Schuster, pelea hasta el último céntimo en cualquier traspaso y es el mejor ojeador que tiene el club. Casi todos los jugadores que le ceden, él los devuelve hechos unos futbolistas. Y si encima tiene suerte, consigue traspasarlos a precio de oro. Se la jugó con Quique Sánchez Flores y no le fue nada mal. Quique dejó el Getafe para irse al Valencia y Torres contrató a Bernd Schuster. El alemán solo había entrenado al Xerez en Segunda, donde estuvo a punto de ascenderlo, y al Levante en Primera. Y este verano, después de que el rubio se fuera al todopoderoso Madrid, fichó a Michael Laudrup. Del danés no hace falta decir nada pues todo lo está demostrando con los resultados de esta temporada. Ahora se habla que podría irse en junio al Barça. Y lo mismo que ocurre con los entrenadores, pasa con los futbolistas. El Getafe no deja de ser un trampolín para todos aquellos que quieren demostrar su valía en el complicado mundo del fútbol, y he ahí su grandeza. Mañana todos seremos azulones. Yo, de momento, ya tengo la camiseta conmemorativa de la Final de la Copa del Rey. Vamos Geta!!