EL MUNDO, Número 1 Parte 3 y final

martes, 18 de noviembre de 2008

"EL MUNDO será un órgano radical en la defensa de sus convicciones, pero moderado y sereno en la exposición de sus argumentos. Jamás recurrirá al insulto ni a las descalificaciones personales. Si alguien nos agrede, sólo contestaremos a los hechos con palabras. Procuraremos que la nuestra sea siempre la voz de la razón. Nuestros editoriales tratarán de convencer antes que de conmover. Seremos intransigentes en cuanto afecte a los derechos humanos, las libertades públicas, la dignidad de los consumidores, el respeto a la opinión de las minorías y la defensa del medio ambiente frente a la estupidez o la avaricia. Intentaremos hacer buena esa visión filantrópica según la cual un periódico debe confortar a los afligidos, pero tampoco vacilaremos cuando nuestra demanda de reformas suponga afligir a quienes de manera más confortable, y a menudo insolidaria, viven.

Creemos que la democracia española precisa de un profundo impulso regeneracionista que restituya a los ciudadanos el ejercicio práctico de la soberanía popular, secuestrada por las camarillas dirigentes de los grandes partidos y por los grupos de presión económica. Para ello abogaremos indesmayablemente por la aplicación de medidas concretas que sirvan para llenar de contenido los derechos de participación política.

El camino será largo y difícil. En diversos momentos de la etapa fundacional de EL MUNDO, sus promotres nos hemos aplicado a nosotros mismos aquel cuento con que el presidente Kennedy, evocando escenas de su infancia, describía la carrera espacial. Explicaba que su mayor diversión consistía en juntarse con un grupo de amigos y empezar a correr campo a través, sin que nada pudiera detenerles: 'Cuando encontrábamos una pared demasiado alta, nos quitábamos la gorra y la tirábamos al otro lado, para que no nos quedara más remedio que saltarla'.

En el complejo mundo que viene, la búsqueda de la felicidad y la justicia requerirán de grandes dosis de innovación, coraje personal y sentido de la decencia. No hay tiempo para mirar atrás, por hermoso que pueda ser nuestro reencuentro. Al escribir este artículo-el primero que firmo desde que hace siete meses sufriera un desdichado 'accidente laboral'-, yo ya he colocado definitivamente mis ilusiones al otro lado de la valla. Usted, lector, que ha cogido este ejemplar tal vez como quien llega de visita y asoma la cabeza, tiene la oportunidad de hacer lo propio. No se conforme, únase a nosotros. Tome lo que es suyo."

Así concluye esta primera carta del director del diario EL MUNDO que, como ya os expliqué, es de gran calado histórico. No en vano se trata de unos de los medios de comunicación más importantes de la Historia contemporánea de España, que evidencia en la actualidad, el periodismo de investigación de nuestro país.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Y mi culo es un futbolin, nene!

 
Plantilla creada por laeulalia basada en la denim de blogger.