Rincón Cofrade | Pregón 2004 Parte VI y final

lunes, 2 de marzo de 2009

Hoy termino el serial del Pregón de Semana Santa en Guareña del año 2004. El desenlace del Viernes Santo y el Domingo de Resurrección:

"Ahora todo es silencio. El silencio de un nicho. Jesús ya no está con nosotros, yace en su sepulcro. Lento, avanza doblando la esquina. Juan y Guareña entera, bajan la cabeza. El pálido cuerpo de Jesús yacente es llorado por los ángeles desconsolados.

Envolvieron el cuerpo en una sábana limpia y lo colocaron en un sepulcro nuevo excavado en la roca. Después, sellaron la tumba rodando una gran piedra redonda. Jesús quiso morir como nosotros para que aprendiéramos también a morir como Él: con la esperanza ciega en el amor del Padre Dios y de una vida eterna a su lado. Los corazones de los guareñenses están serenos, pero oprimidos por el duelo.

Tras un camino entorchado de luto y fuego llega Nuestra Señora de los Dolores y aunque acompañada de María Magdalena, llega en la soledad de su dolor abandonando su templo para llorar junto a su pueblo. ¡Mujer de la más honda soledad, huérfana de Hijo, como un árbol despojado en abril, apenas núbil! Madre de la Soledad, Madre en la muerte, para darnos vida con la vida de tu Hijo arrebatada. Madre en la noche del mayor silencio, a tientas el andar del corazón y la palabra humilde sin respuetsa, como una pregunta en el desierto frío. Sin respuesta de nadie, sóla en tu Soledad. Más sola que el dolor, dormido en tu regazo para siempre. Más sóla que la muerte que muere para dar vida, renacida en tu gozo, como una golondrina liberada. Camino del sepulcro, con el llanto caído como la cera de los cirios, la soledad del mundo camina a tu paso lento bordando las calles del pueblo triste. Te llamaremos todos muchas veces, desde esta nuestra soledad tan sola, María Soledad. Oh, Soledad. Oh compañía nuestra.

No vemos la comitiva; tampoco la observamos ni la oímos. Sólo la sentimos. En diferentes y recogidas esquinitas, nos colocamos y los cuatro pasos de la Hermandad pasan mientras tú y yo seguimos meditando en todo aquello que resuena en nuestras mentes desde los Santos Oficios de esta misma tarde. A lo largo de su caminar, el público enmudece ante el Crucificado, la Piedad, el Santo Entierro y la Soledad. Es un cúmlo de sensaciones las que se viven que no se piensa en nada más. Sólo en el sufrimiento que tuvo que pasar ese hombre su Madre. Es imposible transmitirlas.

Cuando llega a la Plaza de España, comienza a chispear. La gente se embarulla y tú empiezas a rezar a ese Crucificado que tanto te impresionó: no me hagas esto Dios mí, quiero acompañarte hasta el final, pero si crees que no debes para la lluvia, yo te seguiré. Inmediantamente dejó de llover. A Dios, hoy, se le sigue viviendo y transmitiendo el Evangelio, la Buena Noticia, y Marcos le siguió sintiendo como suya la conciencia de Judas. Llega la Cruz de Guía, y ya lo largo de la calle Grande se ven los cuatro pasos de la Hermandad, con cientos de cirios encendidos a uno y otro lado que parecen lágrimas que lloran. Llega el Cristo de las Aguas, la Banda de Cornetas y Tambores de la Unión de Cofradías afloja la marcha en sus cajas chinas y el canto se hace oración: la saeta, que sale del interior del que la interpreta y se clava en el corazón de la imagen que la recibe. Esa saeta que con tanto cariño es recibida por el pueblo de Guareña.

Uno a uno avanzan los pasos de la Cofradía así como los nazarenos hasta que llega Nuestra Señora de los Dolores. Su carita divina se ensombrece por sus lágrimas de Madre. ¿Existe algún sufrimiento mayor que el de una madre al ver que matan a su Hijo? Suena el toque de oración. Tocan a silencio. Llegando a la Iglesia, los sones de una banda despiden la semana de pasión a la espera de que al día siguiente.....Nuestro Padre Jesús resucite. 

Domingo de Resurrección

Antes de la Vigilia te susurre: Si le preguntas a cualquier persona de Guareña sobre la noche más hermosa del año, te dirá sin duda alguna que es esta. ¿Qué es la Vigila? La Vigilia es estar en vela el que espera ansioso un acontecimiento importante, y nosotros contamos con la ventaja de conocer la Historia y saber lo que ocurrió. El sábado, representa el vacío, el silencio de los cementerios, la oscuridad del sepulcro, pero....

El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al monumento, trayendo los aromas que habían preparado, y encontraron removida la piedra, y entrando no hallaron el cuerpo de Jesús. Estando ellas perplejas sobre esto, se les presentaron dos hombres vestidos de vestiduras deslumbrantes. Mientras ellas se quedaron aterrorizadas y bajaron la cabeza hacia el suelo, les dijeron: ¿por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, ha resucitado.

Es el momento cumbre de la semana de pasión de Guareña. La procesión de 'Los encuentros' que ya fue recogida por Luis Chamizo en los comienzos del pasado siglo. Llega Jesús Resucitado a la plaza donde están ya María Magdalena y nuestra Madre Bendita. Tres genuflexiones de María acercan el momento, el negro manto cae con un aleteo sonoro y todos nos despojamos también de los velos enlutados de nuestros corazones. El frío cielo del domingo es serpenteado por un cohete a la hora del encuentro: María encuentra a su hijo resucitado y encuentra con Él el sentido de su vida, el fin de tanto sufrimiento. Miles de flashes brotan como si de corazones que saltan de alegría se tratara y la plaza de España se viene abajo.

GUAREÑA.....HA RESUCITADO

Una vez que ha terminado, te despides y regresas a tu Sevilla natal con la promesa de volver lo antes posible y de no olvidar jamás, repito una y otra vez, no lo visto ni oído. Sólo recordar lo sentido y vivido. Guareña, en hermandad, todos juntos, camina con el rostro al aire, sonriente, desenfadada. De puesta en puerta, todos vamos anunciando la noticia: ¡Alegraos porque el Señor ha resucitado! Una semana ha pasado desde que Jesús era aclamado al entrar en Jerusalén. Al domingo siguiente, aclamamos al Resucitado.

Ahora sólo queda que cada uno de nuestros corazones viva en su interior la Semana Santa como ha de vivirse. Nuestro papel, el papel del pueblo, es el de María Magdalena porque si nos fijamos bien, ella siempre está al lado de la Virgen, al lado del dolor y comparte con ella el sufrimiento por la pérdida de su Hijo. Pero también comparte y disfruta la alegría en el encuentro de la madre con su Hijo Resucitado.

Ahora sólo queda que nuestros corazones vestidos con las túnicas de las hermandades sean verdaderamente corazones de hermano y vivamos conforme al ejemplo de Jesús no hoy, ni mañana, ni pasado, sino durante todo el año. Espero que mis palabras os hayan servido para adentrarnos en la Semana Santa que hoy os anuncio. Así, como os lo he contado, es como veo yo la Semana Santa de mi pueblo, y, como dice el tópico: Así es si así os parece.

Muchas otras cosas podrían contarse pero para ello el Pregón se renueva cada año y una voz distinta presta su pulso a este atril, del que yo ya me separo, dejando reposar en él, al despertar, mi más maravilloso sueño. Sólo me resta pues, decirte Guareña mía, lo único que quisiste oír de mis labios para comenzar la Semana Santa. ¿Estáis preparados? He dicho".

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